No es extraño que se me haya ocurrido este título para el post.
¡¡Una semana llevamos canturreando todos los temas de Manu Chao, después del inolvidable concierto del día 25 en Pirineos Sur!!.
No entro en la calidad musical, ni en la veracidad de su mensaje o su implicación social.
No me olvido de que con los ingresos obtenidos cantando a la pobreza se podrían construir muchas más escuelas y dispensarios, y seguro que se podría iluminar cien veces Ndokh.
Obviando todo lo anterior, y desde un punto de vista objetivo, hay que reconocer la importancia de su labor de difusión y concienciación, cómo la de la de otros personajes mediáticos.
Si, si, es muy triste ser solidario porque has visto que tu actor, cantante o futbolista favorito lo son, pero así funciona el mundo, y cambiarlo es muy difícil.
Y mientras tanto, en otra pantalla, estamos los voluntarios anónimos, aquellos que, cuando las circunstancias nos lo permiten, acudimos a dejar nuestro "granito de arena", para contribuir humildemente a esa tan ansiada igualdad, o al menos para aportar un poco de esa ESPERANZA a la que le canta Manu Chao.
Con la solidaridad, los famosos ganan dinero.
Los anónimos ganamos muchas otras cosas...QUE MASTERCARD no puede comprar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario